07/02/2017
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Sobre análisis técnico hay mucho escrito, y no voy a ser yo quien evidencie que no es sino un sofisma, aunque me basaré en otros que así lo afirman. Por otro lado, no todo es lo que parece y hay quienes sí saben sacarle partido al análisis técnico. La cuestión es cómo afrontar el trabajo si se quiere tener éxito con el análisis técnico, pues como veréis, muchos estudios demuestran su futilidad.
Por cierto yo soy el experto detrás de Zonavalue Club en análisis técnico, con lo que no me estoy tirando piedras contra mi tejado, sino allanando el terreno para lo que luego explicaré.
Jesse Felder. Formerly at Bear Stearns then co-founder of multi-billion-dollar hedge fund firm. Now an independent investor and publisher at The Felder Report.
En lo referente al análisis técnico, una buena parte de los profesionales de las finanzas parecen aceptar con entusiasmo el uso de reglas técnicas, como los soportes y resistencia, líneas de tendencia, medias móviles, velas japonesas, convergencia y divergencia entre medias móviles (MACD, por su sigla en inglés), entre muchos otros. El uso del análisis técnico parece ser tan antiguo como los mercados financieros.
Hay que reconocer que la mayoría de académicos, así como de inversores profesionales, rechaza el análisis técnico por la falta de evidencias que confirmen su validez.
De hecho, muchos estudios han tratado de demostrar la validez del análisis técnico a lo largo de numerosas muestras y períodos, llegando a conclusiones mixtas.
Los estudios más relevantes en EEUU los podemos atribuir a:
Como hemos mencionado, las reglas de análisis técnico carecen, en su mayoría, de una base teórica fundada en principios económicos, ni aceptada por los círculos académicos.
Sin embargo hay otros estudios académicos que otorgan cierta validez al estudio técnico.
En conjunto, hay una evidencia que respalda el supuesto de que es imposible obtener beneficios económicos significativos y estadísticamente sólidos usando estrategias basadas en análisis técnico sobre acciones o índices bursátiles luego de la optimización de los parámetros de las estrategias técnicas, el data snooping (segunda muestra donde se evalúa la estabilidad y la consistencia de las estrategias técnicas ya optimizadas en una primera muestra) y simulaciones basadas en el bootstrapping (que permite inferir la significancia estadística del rendimiento generado por las reglas de inversión seleccionadas).
Dicho lo anterior, nos encontramos en un punto muerto con el análisis técnico. Sin embargo, inversores de re-nombre como Jesse Felder o Patrick O’Shaughnessy han demostrado que el análisis técnico tiene cabida en el panorama de la inversión profesional con éxito.
Habría para ello que ver qué diferencia a estos inversores del común de los traders que no hacen sino que generar malos resultados en un 95% de los casos. Sólo un 5% de los traders técnicos tienen éxito.
Pues bien, el método es claro: ellos no aplican análisis técnico sobre acciones seleccionadas al azar o con criterios subjetivos o intuitivos.
, vía análisis Quant. Es decir, primero son inversores Quant (cuantitativos) que luego, aplican análisis técnico sobre las acciones previamente seleccionadas. Siendo éstas acciones ya de por sí excelentes, sin ningún tipo de análisis posterior, ya que cumplen con una serie de características previas, que van en la dirección de generar buenos resultado (características de sentido común: trabajar sobre acciones profundamente infravaloradas por fundamentales, elevados retornos sobre capitales empleados, poca deuda, mejor posición relativa respecto de su industria…).Un proyecto muy ambicioso con sede en Austin (Texas) que pretende desarrollar agentes de AI (Inteligencia Artificial) capaces de aprender y poner en práctica, vía tecnología Q-Learning, estrategias de inversión, y en el que participan José Iván García y Lorenzo Serratosa así como inversores de China, Japón, India y EEUU.
En concreto la participación de los expertos de Zonavalue Club y Kau Markets EAFI se circunscribe a dotar a los agentes de las bases mínimas necesarias para efectuar sus primeros pasos, así como proveer de 15 años de datos fundamentales (Valoración de Empresas) e indicadores técnicos (más de 1.750) sobre más de 78.000 acciones de todo el mundo. Los agentes de AI, que se encuentran ahora en una fase Beta muy temprana, ya han concluido por sí mismos, lo mismo que Felder u O’Shaugnessy pensaban que era evidente: el trading es más rentable cuando trabajas sobre acciones con base fundamental sólida, se hacen menos rotaciones, menos operaciones, y los agentes de AI obtienen mayor rentabilidad en back-test a 15 años.
Los agentes están ahora infiriendo modelos de forward test, y en breve podremos tener las conclusiones que obtengan. Pero lo que sí puede verse ya es que deciden invertir sobre acciones que especialmente presentan bajas relaciones precio-ganancia y altos retornos sobre capital.
Actualmente las pruebas se hacen con modelos que tienen en cuenta la corrección después de costes de transacción y data snooping.
La conclusión que puedo sacar de todo esto es clara. Usar el modelo de trabajo que José Iván García siempre nos ha inculcado a quienes estamos en su entorno, es una decisión inteligente, y que aquí comparto:
Como entendemos que esto es muy nuevo para muchos inversores (y sin embargo ha estado ahí desde siempre, sólo que quizá no mirabas en la dirección adecuada), desde Zonavalue Club te ofrecemos un curso totalmente gratuito para iniciarte en el proceso profesional de inversión, que abarca especialmente los puntos 1 y 2 que antes he mencionado.
Date cuenta de que probablemente
Por eso la mayoría de gente que aplica análisis técnico, siendo este en términos académicos muy estándar didácticamente claro, no es capaz de rentabilizar sus inversiones. Están cayendo en las evidencias de los trabajos y documentos de investigación que he mencionado en la primera parte del artículo y en los que vemos que, en sí mismo, las técnicas y estrategias de análisis técnico, no presentan ninguna evidencia que asegure el éxito. Lo único que nos queda es aplicarlo en acciones que tengan un grado de probabilidad de revalorización inherente a la acción en sí misma, porque sean acciones de calidad que estén fuertemente infravaloradas; en vez de elegirlas al azar o intuitivamente o por ser las más conocidas, o por ser las de Ibex, o los Blue Chips, o las que más suenan en redes sociales…; o, cualquier otro de estos métodos de selección de acciones sin ningún tipo de base científica detrás.
Como mi orientación en particular es técnica, pero no me obceco en ir en contra de las evidencias, este método me resulta realmente tranquilizador, y hace que mi trading sea mucho más preciso y rentable.