18/04/2019
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La renta fija es un tipo de inversión formada por todos los activos financieros en los que el emisor está obligado a realizar pagos en una cantidad y en un período de tiempo previamente establecidos.
Es decir, en la renta fija el emisor garantiza la devolución del capital invertido y una cierta rentabilidad. O dicho de otra manera, si adquirimos un instrumento de renta fija, conocemos los intereses o rentabilidad que nos van a pagar desde el momento en que compramos dicho instrumento.
Que los títulos estén garantizados por el emisor no quiere decir que sea una inversión sin riesgo, ya que puede que el emisor no pueda cumplir con lo acordado.
Aún así, la renta fija es generalmente una inversión con menor riesgo que la renta variable. Por ello, la rentabilidad esperada de la renta fija va a ser menor.
Antes de entrar en materia me gustaría dedicar un minuto a repasar la terminología relativa a este campo para no llevarnos a confusión mas adelante.
Es importante conocer bien la terminología de la renta fija si vamos a trabajar con ella:
Como sabemos lo que nos va a pagar el emisor en cada momento, podemos calcular el precio teórico de los títulos, sumando los flujos futuros de caja que vamos a recibir, utilizando el método del valor actual neto (VAN).
También podemos utilizar el método de la tasa interna de retorno (TIR) para calcular la rentabilidad que vamos a recibir si compramos el título de renta fija en el mercado.
Se le denomina “fija” precisamente porque conocemos desde el principio la cantidad que nos van a pagar en cada momento. Por ello, la rentabilidad es fija desde la emisión del título hasta el vencimiento.
El interés es fijo si mantenemos los títulos hasta el vencimiento, ya que el emisor se ha comprometido a ello. Si el precio sube o baja en los mercados financieros durante el tiempo en el que esté cotizando el título no nos importa, siempre y cuando no vendamos el título, en ese caso el tipo de interés que vamos a recibir va a ser el que nos prometieron al principio.
Si vendiésemos o comprásemos antes del vencimiento el interés sí que sería diferente. Aún así, también conoceremos el tipo de interés aunque compremos los títulos en el mercado y no directamente al emisor en el momento de la emisión, porque las cantidades que nos va a pagar el emisor las conocemos de antemano.
La renta fija es el tipo de inversión contrario a la renta variable. Un ejemplo de renta variable son las acciones. En la renta variable no sabemos qué interés o dividendo nos van a pagar durante el período en que compremos.
En el mercado existen diferentes productos de renta fija que se pueden clasificar atendiendo a quién los emite, al plazo de la inversión y al rendimiento que ofrecen. Vamos a ver todas estas clasificaciones.
Existen dos tipos de renta fija según el emisor, la renta fija que proviene de deuda pública y la que proviene de deuda privada.
Las inversiones a corto plazo las encontramos en los mercados monetarios, en donde se adquieren principalmente Letras del Tesoro y Pagarés de empresas, cuyo vencimiento tiene un plazo máximo de 18 meses.
Este tipo de productos tienen una liquidez muy elevada, es decir, se pueden vender fácilmente en el mercado secundario, aunque tienen una rentabilidad inferior a la de las inversiones de mayor plazo.
Las inversiones a medio y largo plazo se realizan en los mercados de capitales, en donde se compran Bonos y Obligaciones tanto de empresas privadas como de Administraciones Públicas. Para estas inversiones, el vencimiento supera los dos años y aunque tienen una rentabilidad potencial superior a las inversiones a plazos más cortos, también tiene mayor riesgo asociado.
Los productos de renta fija de rendimiento explícito son aquellos que realizan pagos periódicos al inversor en forma de intereses (cupones). La periodicidad de estos pagos varía en función de lo estipulado en la emisión, siendo habitual el cupón semestral o anual.
Los productos de rendimiento implícito o cupón cero son aquellos en los que la rentabilidad viene determinada por la diferencia entre el precio que paga el inversor por el producto y el precio el momento de amortización.
Este tipo de productos tiene un pago único de intereses en el momento de la amortización.
Uno de los errores más comunes es pensar que invertir en renta fija no tiene riesgos. Es importante incidir en que cualquier producto de inversión contiene riesgo en mayor o menor medida. Estos riesgos siempre deberán venir detallados en el folleto de emisión del producto. Se trata, básicamente, de tres tipos de riesgos:
-Riesgo del emisor: es la probabilidad de que la entidad que emite los títulos de renta fija, no devuelva el dinero a sus inversores. Para valorar este riesgo existen diferentes agencias de calificación que otorgan una ‘nota’ a la empresa o Administración Pública que quiere emitir deuda y financiarse de esta manera.
-Riesgo en los cambios de tipo de interés: es el riesgo de que los valores coticen por debajo del precio que en su momento pagamos por ellos. El precio de los títulos de renta fija depende en gran medida de la evolución de los tipos de interés, de las condiciones de mercado y de las condiciones económicas generales.
-Riesgo de liquidez: es el riesgo de que en caso de querer vender el título de renta fija, podamos encontrar contrapartida en el mercado. Es decir, mide lo fácil o difícil que le resultará al inversor encontrar compradores de sus productos de renta fija en el mercado secundario.
A modo de resumen, antes de invertir en títulos de renta fija siempre debemos fijarnos en:
Es conocidos por todos que la situación financiera de Argentina, cuanto menos, es “peculiar”. Influyen muchísimas variantes que hay que tener en consideración a la hora de invertir.
La renta fija en cualquier país europeo es una inversión bastante simple, nada comparada en complejidad a la inversión en renta variable, pero en la Argentina como todos sabemos, nada es fácil…
Por ello, frente a la altísima oferta de vehículos de inversión en renta fija que se ofertan en Argentina, entre Letras, Bonos, soberanos, corporativos, cupones, en pesos, en dolares, pesos + CER, … remarcaré algunos por ser los mas interesantes en mi opinión en corto como plazo, y que poseen unas características variadas en margen temporal y moneda.
Siglas que significan Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap). Son el nuevo instrumento creado para sustituir el antiguo LEBAC, es la gran apuesta del Gobierno Argentino para crear opciones de inversión en renta fija a corto plazo en pesos que sean atractivas y alejar fondos del dólar.
Hay dos distinciones a tener en cuenta para estos nuevos instrumentos. A diferencia del caso de las Letras del Tesoro en pesos y dólares que se venían licitando, donde la capitalización era íntegra al final, estas nuevas Lecap tienen una “integración mensual”.
Las mismas capitalizan mensualmente, con lo cual los fondos desembolsados se vuelven a reinvertir en cada mes.
La segunda distinción, y la más relevante para el gobierno nacional, es el cambio del organismo responsable por las letras. En las Lebac, el peso de pago está sobre el Banco Central, quien en el peor de los casos podía acceder a emisión monetaria para hacer frente a los vencimientos que excedían sus capacidades.
Las LETES (Letras del Tesoro Nacional) son instrumentos de deuda de corto plazo en dólares. Son un instrumento conservador y su nivel de riesgo es uno de los más bajos del mercado, ya que son emitidas por el Tesoro Nacional. Es una buena alternativa de inversión para quienes buscan invertir sus ahorros en dólares.
Son Letras del Tesoro denominadas en USD emitidas a descuento. Esto quiere decir que se suscriben a un precio por debajo de USD 1.000 y en la fecha de vencimiento se reciben USD 1.000. Por ende, la diferencia entre el precio de suscripción y el precio de vencimiento es la tasa de interés que se percibe.
La suscripción debe efectuarse en dólares y pueden ser adquiridas mediante licitaciones primarias o en el mercado secundario. El montante mínimo para suscribir Letes es USD 1.000.
El atractivo de la inversión reside en la posibilidad de combinar un nivel muy bajo de riesgo con una efectiva cobertura ante posibles variaciones en el tipo de cambio.
Las Notas del Banco Central han sido de uso recurrente por varios gobiernos, para absorber pesos y extender los plazos de liquidación.
La característica fundamental de las Nobac es la posibilidad de prolongar los plazos de vencimientos; y, para el inversor, organizar mejor la administración de su rentabilidad.
Se extienden en promedio a un plazo de 3 años, con pagos de intereses semestrales; y ajustados con tasa fija o ajustable por el CER.
El Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), es un índice de ajuste diario, el cual es elaborado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Este indicador refleja la evolución de la inflación, para lo cual se toma como base de cálculo la variación registrada en el Indice de Precios al Consumidor (IPC), el cual es elaborado por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos).
Cuando hablamos de Argentina no se debe de olvidar la poca solidez financiera que ofrece, y por ende la poca seguridad que ofrece al inversor en casi cualquier tipo de vehículo de inversión abrigado por su bandera.
Su economía se resiente cíclicamente de una forma abrupta simplemente cada vez que se celebran elecciones… la inflación sufre caídas y subidas de forma no controlada (o mal controlada)… el tipo de cambio del valor del Peso Argentino es una montaña rusa… la especulación generalizada en cualquier valor… todos estos elementos y muchos más que a cualquiera se nos puede ocurrir me han tener la obligación de haceros esta pregunta:
¿Cuanto confiáis en la economía a largo plazo de Argentina?
Si no se confía en la fortaleza del sistema financiero del país donde piensas invertir a largo plazo, simplemente no lo hagas, es fácil retirar o pivotar tus inversiones en el corto plazo, pero si analizamos las inversiones a largo plazo, la retirada de fondos en periodos cortos raramente nos repercutirá de perdidas escasas…
Sin entrar en la predilección o no, por este tipo de vehículos de inversión es verdad que durante cortos periodos de tiempo, quizá desde los datos registrados desde 2016 han estado teniendo resultados positivos, pero como anteriormente os he comentado…. ¿quien tiene la seguridad relativa que eso va a llegar hasta el final de vida del producto?…
Algunas de esas inversiones han sido, TO23, TO26, TC21, DICP, y AY24 por ejemplo. Todas ellas han ofrecido desde su lanzamiento alrededor del año 2016 de rentabilidades ajustadas a sus objetivos y la situación de relativa calma macroeconómica que ha vivido Argentina desde ese año ha contribuido a que esa rentabilidad haya sido bastante real, teniendo en cuenta la inflación y el tipo de cambio del peso.