17/06/2019
En mayo tuvimos en Zonavalue Club el placer de disfrutar en Valencia y en Barcelona con uno de los dos autores de este libro: Pedro Bermejo. Él es un neurólogo de reconocido prestigio, autor de varios libros de la materia y de una enorme cantidad de estudios científicos.
Cabe decir que la primera edición del libro se publicó en abril de 2015 por Pedro Bermejo, y tres años después, en noviembre de 2018, salió la segunda edición realizada junto con Luis García, gestor de fondos de inversión de renta variable en Mapfre AM, licenciado en Economía, diplomado en Value Investing y CFA (Chartered Financial Analyst).
Estos son los temas que trata el libro representados en su índice:
Los autores de El Cerebro del Inversor tratan cada uno de estos temas con precisión, pero a la vez con claridad suficiente para que el lector pueda entender sin problemas lo que nos quieren transmitir.
Los autores combinan la exactitud de la ciencia médica con los avances que existen hoy en día en materia de toma de decisiones por parte de los inversores. El libro, a través de la teoría del comportamiento, relaciona los sesgos psicológicos y la neurociencia con ejemplos de los aciertos y errores que tienen los inversores a diario.
La Economía del Comportamiento (Behavioral Economics) estudia los factores psicológicos y emocionales para conocer mejor los procesos de toma de decisiones y tratar de influir en ellos. Por otro lado, la Economía Tradicional está basada en modelos matemáticos en los que los mercados y sus agentes funcionan eficientemente, por lo que muchas veces no se ajusta a la realidad.
El libro explica cómo si perdemos el control de las emociones podemos perder dinero en nuestras inversiones. ¿por qué? Porque, aunque creamos que podemos dominar nuestras emociones, muchas veces no somos capaces y en vez de actuar racionalmente acabamos obrando de modo erróneo. Esto es debido a que nuestro cerebro se ha ido desarrollando durante miles de años con el objetivo de sobrevivir y no para el que nos empecinamos en usarlo: ¡la economía! algo totalmente distinto del propósito para el cual fue creado.
El cerebro está preparado para unas áreas, pero no lo está para otras. Existen áreas en el cerebro que responden automáticamente ante ciertos estímulos, y es esto lo que nos acaba empujando a vender acciones en un momento en el cual una mayor parte de la caída ya ha tenido lugar. Esto se produce porque entramos en pánico y se magnifica el miedo a las pérdidas. O al revés, en plena subida de precios, nos hace entrar al mercado comprando acciones, incitados por la codicia. Es un claro ejemplo en el cual se minimiza la aversión al riesgo.
Nos guste o no, somos mucho más emocionales y menos racionales de lo que quizá nos gustaría, por lo menos a la hora de tomar decisiones financieras.
Los últimos descubrimientos del cerebro ponen de manifiesto que al hacer una inversión intervienen muchos factores inconscientes que no podemos controlar.
Aun así, podemos eludir estos hábitos del comportamiento gracias a la neurociencia. De hecho, ésta nos permite mejorar las inversiones consiguiendo altas rentabilidades a nuestro dinero, o predecir el comportamiento de los mercados y actuar consecuentemente.
En esencia, El Cerebro del Inversor recoge los últimos estudios realizados en neurociencia para ayudar a los inversores a la hora de tomar decisiones relacionadas con los mercados de valores. Sin duda, es un libro que recomiendo a todo inversor ya que, podrá entender los sesgos psicológicos (reaccionar desmesuradamente ante noticias negativas, miedo, ansiedad…) que pueden jugar una mala pasada a la hora de hacer una inversión y lo más importante: evitarlos!
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