09/05/2018
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Actualmente la mayoría de personas conoce qué es un Hedge Fund, un fondo de cobertura.
Los inicios de esta industria se remontan a los años 50 cuando en Estados Unidos el fondo AW Jones entra en escena. Sus apuestas eran bastante modestas aunque este tipo de gestión nuevo hizo muy famoso a Jones.
Sin embargo no fue hasta los años 70 cuando el fondo Steinhardt, Fine & Berkowitz replicó el modelo de Jones pero a lo grande. La filosofía de inversión de este fondo se beneficiaba de los cambios que habían dotado de mayor libertad de negociación a los mercados y por la que podían beneficiarse de descuentos en el precio de compra por introducir órdenes de compra a gran escala.
Luego vinieron otros Hedge Funds que se hicieron de oro gracias a las commodities usando complicadas fórmulas que trataban de crackear el mercado; o los que, un poco más tarde, allá para los 80, se aprovecharon del trading macro y eventos políticos como fue el caso de George Soros.
Sin embargo fue Julian Robertson el que fundó, en esa misma década de los 80, el que fue el primer fondo de cobertura que decidió usar tal filosofía de inversión sobre las acciones.
“Tiger” fue su fondo de inversión.
Tiger se inició en un momento en que a la mayoría de los operadores en realidad no les importaban demasiado las acciones.
Como hemos visto la industria de fondos de cobertura nace y recorre otros caminos. Hasta que Tiger apareció en la escena, nadie trató de cubrirse simplemente eligiendo las mejores acciones y las peores acciones.
El fondo Tiger destacó en la selección de acciones: Robertson y su pequeño equipo analizaron toda la información que era relevante para el valor de las acciones, tanto en términos de las perspectivas de la empresa como de las divisas y los productos básicos que podrían usar para comprar las acciones. Y siempre desde un punto de vista cuantitativo centrado en la información relevante, los números, los datos.
Armado con toda esta información, el fondo Tigre buscó en el mercado compañías que estuvieran mal valoradas, ya sea comprando “largos” o vendiendo “en corto”, dependiendo de si eran demasiado baratas o demasiado caras. Esta estrategia obtuvo grandes beneficios para la empresa.
En este sentido, Robertson fue un pionero en la industria de fondos de cobertura y nos trajo un sesgo de inversión que hemos seguido muchos de nosotros.
No sólo inversores como yo, sino grandes billonarios que hoy siguen utilizando la técnica de Robertson. Un modelo basado en la búsqueda sistemática de oportunidades de inversión que coticen a un precio mal valorado, tanto si es por exceso (cortos) como si es por defecto (largos).
De alguna forma lo que hizo el fondo Tiger fue no confiar en la teoría del paseo aleatorio o eficiencia del mercado tanto para lo que se venía haciendo hasta entonces (comprar barato) como para hacer lo contrario (vender caro).
En el 2000 el Fondo Tiger quedó cerrado a nuevos inversores, habiendo conseguido coronar a Julian Robertson como uno de los reyes de Wall Street en esos 20 años y con una fortuna de más de 4.500 millones de dólares, según Forbes.
Gil Caffray, Julian Roberston y Alex Robertson
Tiger Global Management nace en el año 2001 como uno de los principales herederos de la familia de “Hedge Funds” de Tiger Fund.
Cuando Julian Robertson se retiró, apadrinó a algunos de sus antiguos trabajadores o socios. Entre ellos Charles Payson. “Chase” Coleman III, que fundó Tiger Global Management, vehículo que actualmente gestiona 35.000 millones de dólares y que sigue amasando fortuna con sus inversiones Long/Short.
De hecho hace poco fue noticia aquí en España por la cantidad de dinero que estaba ganando en la inversión en contra de Dia, que lleva una caída de casi un 30% en los últimos 12 meses y Coleman tiene una posición corta sobre esta compañía que alcanza un 1,61% del capital de DIA. De hecho esa posición se ha reducido desde los 2,47% hasta el 1,61% realizando beneficios con ese cierre.
Chase Coleman
Muchos inversores creen que la inversión bajista está motivada por malvados inversores, temidos tiburones que arruinan empresas y familias.
Por suerte, cualquier persona con un poco de conocimiento e intuición, puede comprender que eso no es así.
La mayoría de gente cree que la venta en corto debería estar prohibida, y entonces me pregunto, ¿qué considera esta gente, que los mercados son eficientes?. No sé, supongo que no. La idea que trajo Robertson fue que una empresa puede estar mal valorada tanto por exceso como por defecto, por tanto, ¿qué tiene de malo hacer lo mismo pero al contrario?. No sé, igual es que soy muy simple…
Por otro lado, hay una curiosa mala interpretación respecto de la venta en corto. Muchos inversores han “comprado la moto” de que las ventas en corto hunden a las acciones. Pero no cuentan con que éstas no añaden presión bajista sobre las empresas implicadas, ya que una acción no puede venderse más que una vez, o bien vendes tú si la tienes en cartera, o bien la prestas a un tercero y él la vende (quizá Coleman, o cualquier otro).
Pero si tú ves, como ven ellos, que esa empresa está hecha unos zorros y no merece la pena tenerla en cartera qué vas a hacer, ¿mantenerla porque te sabe que los directivos y resto de accionistas sufran?, ¿qué eres la Madre Teresa de la Bolsa?.
No, tú venderás si la empresa no te convence, y si no vendes y decides prestar esa acción (a cambio de unos intereses) para que otro la venda, ese otro la venderá; es decir, o bien lo harás tú, o bien lo hará el otro, que bien podría ser un Hedge Fund, pero no podéis hacerlo los dos sobre la misma acción.
Así que no cambia nada señores y señoras… los Hedge Funds no son unos malvados, o al menos no lo son más de lo que eres tú.
Los Hedge Funds por tanto trabajan con estas estrategias que combinan tanto inversión alcista (Long) como inversión bajista (Short).
El Sr. Chase Coleman, fiel seguidor de su mentor Julian Robertson y actualmente al frente de los fondos Tiger, fue llamado desde los inicios de su carrera “Cachorro de Tigre” como alusión a ser el mejor de los pupilos de Julian Robertson (el Tigre).
Tiger Global long/short equity fund ha generado retornos anuales compuestos de 27% bruto y 22% netos desde el 2011 en comparación con los retornos anuales del 6% para el S&P 500, 6% para el índice MSCI World y 7% para el Nasdaq.
Parece que invertir en posiciones Long y Short tiene sentido, y hacerlo por la vía de localizar empresas que están mal valoradas, tanto si es para comprarla barata, como si es para venderla cara, tiene sentido.
Un dato curioso: Coleman es descendiente de Peter Stuyvesant, el último gobernador holandés de Nueva York, que fue quien construyó el muro (wall) que hoy da nombre a Wall Street.
Si quieres saber más sobre la venta en corto, lee este otro artículo:
Cliff Asness y la inversión cuantitativa (el short selling o venta en corto)
Si quieres saber más sobre cómo aplicar un modelo de inversión Long/Short, lee este artículo:
Cartera de Retorno Absoluto. La mejor fórmula KAU de Inversión