01/07/2022
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Las emisiones de CO₂ que enviamos desde nuestro planeta a la atmósfera son cada vez mayores. Por ello, es muy importante encontrar las acciones adecuadas para frenar estas emisiones. La eficiencia energética persigue, precisamente, este objetivo, promoviendo hábitos de consumo más sostenibles con el planeta y más eficientes desde el punto de vista del consumo.
En el caso de las empresas, una buena gestión energética por parte de estos agentes pasa por adoptar medidas de ahorro energético concretas. De este modo, se podrá obtener un consumo más eficaz y sostenible en la actividad empresarial.
Por esto, todas las medidas de ahorro que se ponen en marcha por parte de las empresas van encaminadas a reducir el consumo a nivel energético para alcanzar una mayor sostenibilidad y responsabilidad medioambiental.
En España, las empresas de más de 250 empleados o cuyo volumen de negocio supera los 50 millones de euros están obligadas a pasar por auditorías energéticas de forma periódica, según establece el Real Decreto 56/2006.
Estas pueden recurrir a herramientas útiles que les ayudan a tomar las decisiones adecuadas para reducir sus costes energéticos. Como, por ejemplo, la instrumentación de medición de Endress+Hauser.
Pero, además, pueden poner en marcha otras muchas soluciones, como los medidores de caudal de agua o la instalación de paneles solares. Recopilamos, a continuación, algunas soluciones de ahorro de energía para el sector industrial:
Gracias a la energía que se genera a través del sol, las fábricas pueden conseguir importantes acciones de ahorro de energía, como la climatización de la zona de producción o la obtención de agua caliente y electricidad.
Sin embargo, no es fácil precisar el porcentaje de ahorro energético que una empresa puede conseguir a través de la energía solar. En general, esto dependerá de varios factores: el uso que se haga de la instalación, el aprovechamiento o las características de radiación solar.
En el caso concreto de las empresas que necesitan producir vapor o calentar agua a gran escala, la energía solar aporta un gran potencial para proveer energía de forma natural y económica. Por ejemplo, los colectores solares son placas capaces de alcanzar los 150 grados centígrados y conseguir energía de forma eficiente.
Además de suponer un importante ahorro en la factura eléctrica, la instalación de placas solares permite a las empresas reducir su huella de carbono en la atmósfera. Y, al mismo tiempo, podrán recibir un retorno de la inversión. Y es que, aunque la inversión en la instalación de los paneles fotovoltaicos puede ser elevada, la amortización es uno de sus puntos fuertes.
Otra de las medidas que se pueden poner en marcha en el sector industrial para conseguir objetivos de ahorro energético es apostar por la tecnología de última generación.
Esto se traduce, por ejemplo, en sustituir el equipamiento y la maquinaria antigua por equipos de mayor rendimiento, tanto en producción como en tiempo. Con ello, se podrá reducir el consumo de energía.
El corte láser, la fabricación aditiva, la inteligencia artificial o el cloud computing, son nuevas tecnologías industriales que tienen una elevada capacidad para reducir el consumo energético.
Además, cada vez son más las fuentes alternativas de energía que existen en el mercado. Al utilizarlas, las que las empresas pueden lograr un grande ahorro a nivel energético y de emisiones. Dentro de estas fuentes destaca, sobre todo, el biopropano, como una fuente de energía altamente eficiente y de origen renovable.