07/01/2022
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Seguramente alguna vez te ha hecho falta dinero en algún momento de tu vida, bien para independizarte, comprar una casa, un coche, y para ello has tenido que financiarte. Lo mismo les sucede a las empresas y a los gobiernos, quienes utilizan bonos para financiarse en lugar de pedir prestamos. De esta manera consiguen financiar una gran cantidad de dinero sin necesidad de solicitarlo a un único prestamista. Los bonos son emitidos en el mercado de valores con el fin de que las empresas o los gobiernos adquieran financiación. En este artículo te ponemos al día de cómo invertir en bonos y los pasos a seguir para saber sacar rentabilidad de ellos.
Los bonos son un activo invertible, en el que podemos hacer crecer nuestro dinero de muchísimas formas a través de ellos. ¿Cómo puedo comprar bonos?, puede que sea una pregunta bastante común, y lo cierto es que no solo pueden comprarse y venderse en el mercado secundario a través de un bróker online o en las propias emisiones de deuda del estado y las empresas, sino también podemos utilizar instituciones de inversión colectiva, como son los fondos de inversión, los etf, e incluso los planes de pensiones. Hay un gran número de fondos de inversión y etf, que utilizan este tipo de activos como son los bonos, con el objetivo de fortalecer y proteger su cartera de inversión frente a posibles caídas del mercado.
El primero de los pasos para comprar un bono es determinar a quién se lo vamos a adquirir… ¿A una empresa? ¿Quizá a un gobierno?. Informarnos de las tasas de retorno que podemos conseguir con cada entidad es clave para elegir un buen bono. Al igual que hay que fijarse en las tasas de retorno (cupones), debemos fijarnos también en el nominal que vamos a aportar, así como el plazo de vencimiento del bono, el cual determinará en gran medida su rentabilidad. Estar atento a los cambios de tipos impositivos tampoco es ninguna tontería puesto que es el factor que más afectará a los beneficios que pueda darte el bono. Si los tipos impositivos suben, los nuevos bonos ofrecerán cupones más altos que el tuyo, por lo que si quieres vender tu bono en el mercado secundario, no te quedará más remedio que venderlo por debajo de su valor nominal (al descuento).
El segundo de los pasos será elegir el lugar donde adquirir el bono. Los bonos gubernamentales o corporativos, se pueden adquirir en diferentes lugares. Por ejemplo, antiguamente solo podíamos adquirir bono en determinados sitios. Los bonos de estado podemos adquirirlos en cualquier oficina de alguna entidad bancaria, la cual ofrezca el servicio. También podemos hacer uso de la web del tesoro público, en el apartado: “servicio de compraventa de valores” para adquirir un bono gubernamental. También podemos adquirir un bono del estado en cualquier oficina del Banco de España. Hoy en día, con lo desarrollada que está la tecnología, existen los famosos bróker, con los que podemos realizar la inversión. Los bróker son cada vez una de las soluciones más utilizadas por los inversores gracias a su facilidad para realizar inversiones.
Los bonos, conocidos como activos de renta fija por sus características, tienen sus riesgos como cada activo de renta fija. Podemos encontrarnos con una serie de riesgos:
Gran cantidad de inversores se preguntan: ¿debo invertir en acciones o en bonos?. Hay que decir que estos dos tipos de activos actúan cada uno de forma independiente. Las acciones son consideradas como renta variable, en la que no conocemos la rentabilidad que vamos a obtener, mientras que los bonos son considerados deuda, es decir, renta fija. Por lo tanto, escoger entre uno de estos dos activos depende en gran medida de nuestro perfil de como inversor y de los objetivos a conseguir en el futuro. Existe una gran diferencia entre estos dos activos en relación rentabilidad-riesgo. La rentabilidad está ligada al riesgo, por lo tanto, mayor rentabilidad, mayor riesgo vamos a asumir. Las acciones de por si obtienen un historial mejor en la rentabilidad a largo plazo, comparado con los bonos, eso sí, con mayor riesgo. Es por ello que la mayoría de inversores invierten en estos dos activos conjuntamente con una cartera, escogiendo diferentes porcentajes de cada activo para adaptar la inversión a su perfil, ya sea más conservador o más atrevido.