11/02/2019
Con el inicio de año, aparte de los nuevos propósitos que la mayoría de las personas se suelen marcar: dejar de fumar, hacer más ejercicio o perder esos kilos de más que hemos ganado en las fiestas….. los inversores inteligentes realizamos un ejercicio de reflexión y análisis para marcarnos nuevas metas, pensar donde invertir en 2019, pivotar en nuestra estrategia o simplemente poner en marcha nuevos enfoques de inversión.
Así que según mi humilde opinión, voy a tratar de recoger en este artículo los antecedentes del pasado año 2018 que han influenciado en la situación actual del mercado, los posibles riesgos a los que quienes invertimos en renta variable posiblemente nos enfrentemos y veremos algunas maniobras de inversión que nos ayudarán tanto a tratar de maximizar los retornos como a reducir las pérdidas.
El año 2018 ha sido uno de los peores años para las bolsas mundiales desde que hay registros, no voy con esto a deciros nada que no sepáis ya, por lo que pasaremos directamente a repasar los motivos mas relevantes para situarnos en contexto e ir analizando donde invertir en 2019.
Este ha sido sin duda el tema mas comentado del año, La Guerra Comercial (Trade War) entre EEUU y China, en resumen, un pulso entre los dos dirigentes de las mayores potencias mundiales, el cual muchas veces ha tenido hasta un aire de “pelea de colegio” y cuyas repercusiones han sido una consecución de aranceles a la importación en ambas direcciones entre las dos potencias. Un pulso de fuerzas, o incluso, una competición de egos, que no resulta en nada positivo para ninguna economía.
Tras el G20 celebrado en Buenos Aires a finales de noviembre de 2018, Donald Trump y Xi Jinping, acordaron revisar sus medidas para 2019, relajando un poco la situación.
Pero sin duda, aunque no sea el único pilar fundamental que sostiene este ambiente bajista de la economía, este tema influye muchísimo en las grandes masas y sin duda su repercusión es enorme.
Con el objetivo de controlar o regular la economía, en el 2018 la FED fue revisando y aumentando los tipos hasta llegar al 2.5% actual.
Esto unido a los 10 años que la FED lleva realizando programas QE (Quantitative Easing), lo que viene a ser, comprar deuda pública con tipos a cero interés, esto hizo que los mercados de renta variable respondieran de forma bajista de una forma exagerada.
En relación a este caso se han producido tiranteces públicas entre el presidente Trump y el presidente de la FED, Jerome Powell. Lo que puede reflejar (esto es una especulación propia) una lucha entre por un lado, la FED por regular y sanear la economía de Estados Unidos y quizá la voluntad de Trump de que siga esta fiesta del crédito gratis, sin duda , elemento que acelerará la próxima recesión.
Tanto el Brexit como las corrientes antieuropeistas Italianas han contribuido a que en Europa se creara una sensación de incertidumbre en los mercados, y aunque a final de año la situación se haya relajado, tanto en el Brexit, el cuál no se prevé que sea tan duro como en unos inicios aparentaba y por el otro la situación Italiana, que aparte de haber sido “un zapato sobre las medidas propuestas por Bruselas”, no ha llevado a episodios exageradamente relevantes o determinantes en la eurozona, si es verdad que no han favorecido a afianzar el clima y aportar seguridad a los inversores.
Esto unido al desaceleramiento que se está produciendo en la eurozona, mostrando una gran incapacidad para desapalancarse, hace percibir un posible estancamiento, todo ello azucarado con las medidas del BCE de mantener tipos de interés a 0 y con el programa generalizado de recompra de bonos soberanos.
Todos estos episodios han llevado a que se produzcan grandes salidas de capital que han retroalimentado la sensación del resto de inversores de incertidumbre y favoreciendo que una gran masa entrase en modo “Risk Off”, retirando capital y destinandolo a productos (apréciese en lo que voy a decir ahora un gran ironía) de “menor riesgo”.
Esta situación a provocado que índices como el S&P500 o el Nasdaq hayan experimentado las mayores caídas desde la crisis de 2008, como diría Benjamin Graham, el “Señor Mercado” está enfadado y los inversores irracionales dejándose guiar por el ruido han entrado en pánico y están corriendo como pollos sin cabeza por los pasillos.
Está claro que nadie tiene una bola de cristal para saber que va a pasar a futuro y por supuesto tampoco nadie posee esa bola mágica para saber donde invertir en 2019.
Lo único que un inversor inteligente debe hacer es ampliar sus miras y analizar con fundamentos los hechos que pueden ser relevantes de una forma más o menos directa al comportamiento de los mercados.
Existe un listado que todos los años realiza el Deutsche Bank, que aunque he de decir que no soy muy partidario de lo que las entidades bancarias suelen decir acerca de la economía y su situación, he de admitir que esta lista es una buena guía a tener en cuenta en cuanto a las decisiones a tomar para invertir año a año, y si no como poco es interesante ir tachando los hechos que aciertan y los que no, aunque he de confesaros que desde que la utilizo la mayoría de ellos acaban sucediendo y si bien no se han producido de una forma categórica, han creado tensiones y si que han tenido cierto protagonismo .
Veamos por tanto esos 30 riesgos que el Deutsche Bank nos comparte:
Si bien habéis llegado hasta aquí leyendo todo lo anterior o habéis directamente pinchado en el índice en este párrafo con la esperanza de que en él os de el nombre de 6 o 7 empresas en las que invertir, habéis perdido completamente el tiempo…
Nadie sabe cómo se va a comportar el mercado a futuro, lo que si podemos apreciar y quizá predecir, es que los años venideros a corto/medio plazo estará marcado por un clima de inestabilidad, por lo tanto la estrategia más acertada para invertir nuestro capital sin duda es una que tenga un alto nivel de estabilidad o que compense los vaivenes de los mercados a espera que la situación demuestre síntomas de mejora o de vuelta a la cordura.
Veamos pues las características de nuestra estrategia para invertir en 2019:
Puede parecer obvio pero es mas común de lo normal que los inversores destinen todo su capital y no mantengan cantidades relevantes en liquidez, a veces “nos quema” tener “dinero parado”, pero teniendo en cuenta todo lo que hemos hablado hasta este punto, es el primer punto que debemos tener en cuenta.
Es hora de seguir los consejos de nuestros padres o abuelos, que siempre nos decían: “El que guarda cuando tiene, come cuando quiere”; o si queremos darle un poco más de “glamour inversor” podemos seguir lo que dice Warren Buffet sobre esperar la bola buena.
La cordura debe regir nuestros impulsos, reservar ese alto nivel de capital nos da un arma doble, por un lado a corto o medio plazo mantener niveles de capital altos no nos perjudica, y cuando veamos buenas oportunidades, tendremos capital tanto para invertir en nuevas empresas como para mejorar posiciones en empresas de las que ya poseamos acciones.
La divisa será un aspecto muy relevante a tener en cuenta, tengo mis dudas sobre el comportamiento que tendrá el Dólar a medio/largo plazo, en la lista de Deutsche Bank vimos varias cuestiones que le podrían afectar, en mi humilde opinión el Euro me otorga más confianza en este panorama.
Para invertir el 75% restante de nuestro capital, yo recomiendo para un horizonte temporal a corto/medio plazo, seguir las recomendaciones de Ray Dalio. Este tiburón de la inversión recomienda seguir 5 inversiones que nos ayudarán a capear cualquier mercado inestable.
Veamos cuáles son esas 5 inversiones:
Según el análisis a pasado de esta estrategia podemos afirmar que hace honor a su nombre:
Esperamos que toda esta información os haya servido, si no para seguirlos de una forma dogmática, para haberos planteado supuestos que no habíais contemplado o posibles maniobras a tener en cuenta.