Charlie Munger: Cómo hice el primer millón

06/07/2017

Siempre hemos escuchado que hacer el primer millón es lo más difícil para cualquier inversor. También lo fue para Charlie Munger, aunque ahora sea uno de los inversores más ricos del planeta.

Y aunque no es fácil conocer cómo este u otros inversores iniciaron su camino hacia la riqueza, es interesante saber cómo lo hicieron, y sobre todo, qué problemas enfrentaron en ese camino y cómo los resolvieron, pues eso nos dará pistas de lo que debemos y no debemos hacer para conseguirlo.

No cabe duda que fijarse en el trabajo de los que han sido grandes en cualquier campo en el que deseemos progresar es muy importante para labrar nuestro camino hacia el éxito.

En este sentido Charlie Munger es, sin duda, uno de los más grandes. No solo por ser el socio de Warren Buffett en Berkshire Hathaway, sino por ser realmente el que ha influenciado todo el trabajo de Buffett en Berkshire y el que, siempre permaneciendo en la sombra, ha aportado una parte importante del expertise que ha convertido a esta empresa en el conglomerado inversor más grande del mundo

Hace poco leí la biografia de Charlie Munger escrita por Janet Lowe, “Damn Right: Behind the Scenes with Berkshire Hathaway Billionaire Charlie Munger.” y lo que me pareció interesante es que el libro dedica todo un capítulo a cómo Munger hizo su primer millón.

Charlie Munger: La determinación de hacer dinero

Lo primero que destaca en Munger, como en tantos otros inversores y empresarios que han tenido éxito, es la determinación. Sin determinación no somos nada: evidentemente esto no significa que no encontremos problemas en nuestro camino, sino más bien que tenemos una firme voluntad de hacer algo y que nada nos va a parar a pesar de los problemas, o dicho en palabras de Napoleón:

  “Mi grandeza no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado siempre” Napoleón Bonaparte

y así Charlie Munger dice:. “Like Warren, I had a considerable passion to get rich, not because I wanted Ferraris – I wanted the independence. I desperately wanted it.”

“Como Warren tenía una pasión considerable por ser rico, no porque quisiera Ferraris. lo que quería es independencia. La quería desesperadamente”.

Esta simple frase denota la inteligencia de Munger a la hora de ver al vida, esa inteligencia que le ha convertido en lo que es. El dinero es un medio, no un fin en sí mismo.

¿y un medio para qué? Pues para proporcionarnos la libertad necesaria para desarrollarnos en la vida como seres humanos integrales, la libertad que nos permita reflexionar acerca de quiénes somos, hacia dónde vamos, que hacemos aquí y cómo debemos vivir para ser felices sin la urgencia de tener que pagar las facturas. Finalmente se trata no de comprar Ferraris, como dice Munger, sino de comprar tiempo. Tiempo para ser, para pensar, para soñar, para equivocarse y para cambiar.

Verdaderamente no es lo que solemos ver entre la gente que gana mucho dinero pues suelen meterse en vidas tan caras de mantener que siguen necesitando trabajar para soportar su tren de vida.

Y no es que trabajar sea malo, sino que hay muchas formas de afrontar el hecho de ir a trabajar y muchos porqués implicados en esa tarea diaria.

Y solo cuando tenemos la más completa convicción de que hacemos lo que deseamos hacer, de que eso por lo que trabajamos es lo que nos permitirá desarrollar nuestras capacidades y ofrecer algo de nosotros mismos al mundo, solo en ese momento seremos capaces de convertir nuestro el trabajo en verdadera pasión. Y esa convicción necesita reflexión.

Al final todo construido sobre dos pilares,  pasión e inteligencia, dos armas que juntas son verdaderamente infalibles. ¿Y cuál considera Munger más importante?

 “Berkshire is full of people who have a peculiar passion for their own business. I would argue passion is more important than brain power.”

   “Berkshire está llena de gente que tiene una peculiar pasión por sus propios negocios.Yo diría que la pasión es más importante que la capacidad de nuestro cerebro”.

Charlie Munger: La Historia

A partir de aquí se produce la historia, quizá lo menos relevante, pues no deja de ser la puesta en práctica en un momento dado y en unas circunstancias precisas de esa pasión, esa inteligencia, y esos objetivos determinados y manifiestos.

Charlie Munger nació en 1924. Entre 1941 y 1942 fue a la Universidad de Michigan, luego entró en las fuerzas armadas y sirvió como oficial de meteorología en las fuerzas aéreas
para en 1948 graduarse en leyes por la Universidad de Harvard y trasladarse a California a trabajar

Cuando tenía 30 años Munger perdió casi todo lo que tenía cuando se separó de su primera mujer. Ojo al dato, esto es importante. La vida no es sencilla para nadie y cuando vemos a estos inversores absolutamente ricos pensamos que todo les ha ido de cine. No es así, lo importante no es que todo vaya bien desde el principio, sino aprender de los errores. De los propios y de los ajenos, y no dejar nunca de aprender.

Munger tras este divorcio trabajó duro como abogado y fue acumulando dinero de su trabajo que empezó a invertir en acciones y en negocios en los que se asoció  con amigos y clientes.

Su primer negocio fue con Ed Hoskins en una empresa llamada Transformer Engineers, que hacía transformadores. Sobre la empresa Munger dijo: “That was a bad business when the war was over (corea war)… It was a lot of struggle, a lot of nerve pain. We damn near lost everything. We finally made it work out, but not fabulously. But we got a very respectable return on investment eventually.”

“Este era un mal negocio cuando la guerra terminó…fue una larga lucha, muchos nervios. Casi perdemos todo. Finalmente logramos hacerlo funcionar, pero no fabulosamente. Sin embargo obtuvimos un respetable retorno sobre el capital empleado”.

Este negocio de transformadores le enseñó algunas buenas lecciones y conformó su filosofía de inversión con la cual más tarde influencio a Warren Buffett. Sobre todo en lo que tiene que ver con saber como diferenciar un buen negocio de uno malo.“

The difference between a good business and a bad business is that good businesses throw up one easy decision after another. The bad businesses throw up painful decisions time after time.”

La diferencia entre un buen negocio y uno malo es que los buenos negocios ocasionan una decisión fácil tras otra. Los malos ocasionan decisiones dolorosas una y otra vez.

Este punto unido a otro planteamiento importante.

It is not much fun to buy a company that you hope liquidates at a profit just before it is destined to go broke.”

No es muy divertido comprar una compañía que esperas liquidar con beneficio justo antes de estar destinada a desaparecer.

Conformarán sus importantes aportaciones a la filosofía de Berkshire Hathaway.

Pero esto nos aleja de nuestro objetivo, conocer como hizo Charlie Munger su primer millón.

En el final de los 50, a través de su trabajo de abogado, Munger conoció an Otis Booth y se hicieron amigos. En 1961 Booth habló con Munger pues quería asesoramiento sobre unos terrenos de construcción. Tras este asesoramiento Booth propuso a Munger asociarse con él en la construcción y lo hizo. Juntos desarrollaron apartamentos en una promoción que se completo en 1967 y que vendieron con un 400% de beneficio ganando cada uno 500.000 dólares.

Muchos beneficios, pero aún no había llegado al millón de dólares. Sin embargo, según cuenta Munger, de esta primera promoción aprendió que la planta baja se vendía muy rápido, así que decidió hacer casas de una planta vendidas más caras. Y así realizó cinco proyectos

“Lush landscaping. “That is what sells. You spend money on trees, and you get back triple.”

  Exuberantes vistas. eso es lo que vende. Gastas dinero en árboles y obtienes el triple.

Cuando acabó con estos cinco proyectos, Munger había ganado 1.4 millones que era mucho dinero en esa época. Y lo dejó. Estamos en 1960, Munger tiene mas de 40 años y había conocido a Buffett hacía cinco. Lo demás es historia conocida.

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